Wednesday, July 6, 2011

(5-7-2011)Impresiones sobre la gente de Tailandia



      He de admitir que este es un país extraordinario por su gente, no solo por sus monumentos. Llevo sólo 5 días aquí, y la gente es súper amable, muy generosa, y muy abierta. Llegué al apartamento el viernes, y sólo conocí al jefecillo y al compañero de curro, que me llevó el sábado a Ayutthaya. Al final a este compañero le visitaba la novia, que vive fuera, el domingo, así que decidí buscarme la vida ese día, y pensaba ir por mi cuenta a Ayutthaya. 
      El sábado por la noche fui a cenar a los puestecillos que hay delante de mi apartamento, y defendiéndome como pude les pedí la cena. Pues resulta que al final me invitaron a probar algo, beber birra y a unirme a su grupo; le eché cara y al final le propuse que vinieran conmigo a Ayutthaya  al día siguiente. Pues dicho y echo, quedamos para el día siguiente, y fuimos a Ayutthaya, de visita turística. Por cierto, que un chavalillo me andaba tirando los trastos, y es que  la leyenda es cierta, por aquí andan bastantes palomos cojos. Ya he conocido un par....




      Pues eso, que echamos el sábado por ahí de turismo.  Luego los invite a comer en un sitio para compensarles, que era curioso, porque tenía una olla en mitad, y te daban los ingredientes crudos, y los ibas echando en la olla para cocerlos a tu medida. Vamos, una especie(si  no lo era) de tempura.

      Bueno, total, que con esta gente he creado una especie de vínculo. Trabajan y aparte tienen un puesto de comida en el apartamento, y cada vez que bajo a cenar echo un ratillo con ellos, e intenta enseñarme tailandés. Acabo de venir de cenar y tomarme unas birras con ellos, y ya me han invitado para ver un combate de muai tai el fin de semana en la tele en su apartamento(para los que tienen la mente sucia, estos tienen mujer e hijos...jejeje).
      Creo que mi situación sería el equivalente a que un japonés se mudara a una de las calles de la zona de la Calle Ancha, en Motril. Soy un guiri en una zona de trabajadores, donde normalmente no van los guiris, y encima de todo soy sociable y quiero relacionarme con ellos, por lo que me prestan una gran atención.
      En el curro igual, soy la sensación del momento. Toda la gente me mira e intenta comunicarse conmigo. Las niñas están de tonteo (Raquel, tonteo sano, en plan el niño guiri y exótico que viene, no loba depredadora) y de cachondeo. De hecho, hay una ingeniera con la que me relaciono, que es simpática y me he pegado bastante porque lidera un proyecto de seis sigma y  es muy simpática, a la que las otras creo que le dicen de cachondeo cosas...jejeje.  Creo que no van muchos extranjeros a la empresa, porque desde luego soy la sensación del momento. Me acerco a alguna línea de producción, y la gente empieza a sonreír y tal. Me acerco a hablar con alguien, e intentan hablarme en inglés. La verdad es que creo que voy a aprender bastante en la empresa. Esta tarde se me han acercado unos chavales para pedirme que les eche una mano en un proyecto sobre un nuevo diseño de una maquina para la nueva planta que van a construir, y la verdad es que es un reto muy interesante. Aparte de eso, estoy trabajando con el departamento de calidad y los ingenieros de procesos. Esta semana estoy aprendiendo como funciona todo, estudiando cosas, leyendo, yendo a reuniones y dándome vueltecicas por la planta, y la semana que viene empezaré a participar en un par de proyectos 6 sigma que andan desarrollando. La gente es muy, muy amable conmigo. Me han regalado galletas, dejado un móvil, dejado un ventilador, e intentan integrarme en la plantilla.
      La verdad es que si todo sigue así, creo que esto es la mejor inversión en mi carrera que pueda haber hecho en mi vida. Creo que voy a aprender una barbaridad de cosas, y sobre todo, empezar a trabajar de ingeniero sobre el campo.
      Resumiendo: la gente que habla mal de los extranjeros o tiene miedo de relacionarse con gente de otra cultura, debería aprender a ponerse en su pellejo, y aprender de esta gente. Hay que pensar en por qué la gente abandona su hogar, y pensar en las personas no como inmigrantes o nacionales, sino simplemente como seres humanos. Cuando tratas con alguien, sea de donde sea, te das cuenta de que te puedes enriquecer muchísimo más como persona si tratas de acercarte e intercambiar cultura e información, en vez de simplemente sentir rechazo o miedo. Al abrir tu mente y  conocer mundo, el tesoro que obtienes es de un valor incalculable, pues no puedes comprarlo. Y no me refiero al turismo programado que nos venden, planificado y compilado en bonitos paquetes turísticos. Me refiero al intercambio cultural y al desarrollo personal.
Estáis todos invitados a abrir vuestras mentes....nos vemos en el siguiente post.

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